Herencia franquista Lyrics
En clase hoy indentificamos los rasgos más importantes de la economía heredada de la dictadura franquista. Nuestro análisis empieza en los 60, década en la que España experimentó un boom prolongado con tasas anuales de crecimiento económico entre las más altas del mundo. De hecho, el único país a nivel global con una tasa superior fue Japón, cuyo crecimiento alcanzó una media anual del 10% comparado con el 7% logrado por España. La situación contrasta mucho con la que se encuentra hoy en día en España donde el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha previsto una tasa de crecimiento anual para el año 2017 del 2.1% con tendencia a la baja debido al impacto del Brexit.
Desarrollo según Picketty
Para entender la profundidad y alcance del cambio experimentado en la década de los 60, conviene emplear la conceptualización de ‘desarrollo’ que el economista francés, Thomas Picketty, elabora en su libro, “El Capital en el Siglo XXI”. Picketty (2015, p.86), concibe el desarrollo económico como un proceso multidimensional caracterizado por la diversificación de las formas de vida y la transformación de los tipos de bienes y servicios producidos y consumidos. En cuanto a formas de vida, el cambio más importante experimentado en los 60, en el caso español, fue la rápida aceleración del proceso de transición desde una sociedad tradicional con fuerte arraigo en el campo a una sociedad moderna concentrada en las grandes ciudades. En un periodo de solo 13 años (1962 a 1975), 5.7 millones de españoles se mudaron definitivamente del campo a la ciudad para aprovecharse de las oportunidades que ofrecían los nuevos sectores industriales y de servicios en ciudades como Madrid, Barcelona y Bilbao.
A nivel industrial, la fabricación de maquinaria, la construcción naval, la manufactura de automóviles y la construcción inmobiliaria y de infraestructuras se convirtieron en las locomotoras más importantes del desarrollo. En el caso de la construcción, Cabrera y Del Rey (2007), en su libro, ‘The Power of Entrepreneurs’, identifican ejemplos de emprendedores que se hicieron ricos gracias al boom de la construcción en esa década. José Banús, empresario, constructor y agente inmobiliario, es entre ellos quizás el caso más emblemático. Banús que había empezado su carrera formando una empresa que participó en la construcción del Valle de los Caídos en San Lorenzo de El Escorial, se hizo famoso en los 60 después de trasladarse a la Costa del Sol, donde construyó el Puerto José Banús, más conocido como Puerto Banús.
A nivel de servicios, este periodo vio el florecimiento de varios sectores incluido el del sector minorista. Gracias a la aparición de una nueva clase media con mayor disponibilidad de renta, grandes almacenes como Galerías Preciadas y el Corte Inglés, y cadenas de supermercados como Caprabo, empezaron a emerger en los grandes centros urbanos.
Factores contribuyentes
¿Cuáles son, entonces, los factores que contribuyeron al boom experimentado en ese periodo? Como ya se ha mencionado, España no fue el único país en disfrutar de un periodo de crecimiento prolongado en los 60. Esos fueron los años dorados del capitalismo mundial durante los cuales tanto los países desarrollados como los que estaban en vías de desarrollo gozaron de niveles elevados de crecimiento. Como consecuencia, estos eran años optimistas en los que las exportaciones españolas encontraban salida hacia nuevos mercados y con relativa facilidad se podía conseguir fuentes de inversión para financiar el proceso de expansión económica.
Plan de Estabilización
En 1959, el régimen anunció una serie de medidas de apertura hacia las economías del mundo occidental con el fin de integrar a España en los mercados y circuitos de capital internacionales. Además de reformas liberalizadoras, el Plan de Estabilización contenía medidas de austeridad destinadas a reducir el déficit y, por ende, la deuda que el Régimen había acumulado en los años posteriores a la Guerra Civil. Entre las medidas más importantes figuraban:
• Devaluación de la peseta
• Elevación del tipo de interés
• Reforma fiscal
• Reducción del gasto público
• Liberalización comercial (de las importaciones y exportaciones)
• Estimulación de la inversión extranjera
La decisión de devaluar la peseta fue uno de los factores más importantes en el florecimiento del turismo asegurando así que España podía ofrecer precios inferiores a los de sus competidores. La reducción de restricciones sobre las inversiones extranjeras también tuvo consecuencias muy positivas para la industrialización. El sector más beneficiado por esta apertura fue el sector de automóvil, que recibió importantes inyecciones de capital no solamente procedentes de constructores de coches europeos tales como FIAT y Renault, sino también de EE.UU donde la multinacional Ford vio las ventajas de instalar fábricas en uno de los países europeos con mano de obra más barata.
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Otro factor importante para asentar las bases del boom fue le emigración de hasta un millón de trabajadores españoles hacia Europa a países como Francia, Suiza y Alemania. Además de impedir un aumento del paro, la emigración de tantos españoles a países con niveles de vida más altos que los que se veían en España inició un flujo importante de dinero desde los emigrantes hacia sus familiares. Según el economista español Ramón Tamames, la emigración fue uno de los factores más importantes en el proceso de desarrollo: “Sin la espita de la emigración, el paro se habría elevado a cifras muy importantes, las remesas de emigrantes no habrían alcanzado tan altos valores y tal vez se habría producido un retroceso en las medidas estabilizadoras".
Fin del boom
Como el día sigue a la noche, todo boom tiene su crash. En los años 70, la crisis del petróleo junto con la incertidumbre creada por la inestabilidad política eran los factores que pondrían fin a un periodo de expansión que había arrastrado a España hacia los niveles de desarrollo de los países avanzados.
La crisis del petróleo puso de relieve dos problemas que a pesar del crecimiento económico sostenido experimentado en los 60, España no pudo superar. En primer lugar, la crisis reveló los límites del modelo de desarrollo basado en sectores tradicionales como la siderurgía, la minería y la construcción. Aunque importantes para el orgullo del Régimen, estos sectores eran ineficientes con enormes costes de producción que subirían sustancialmente con el aumento del precio del petróleo en 1973.
En segundo lugar, sacó a la luz la fuerte dependencia que España tenía del exterior, no solamente con respecto a su principal fuente de energía, sino también en cuanto a sus ingresos turísticos, mercados de exportación, inversión extranjera y remesas de los emigrantes. Cada uno de estos factores fue puesto en jaque cuando los efectos negativos de la crisis empezaron a extenderse por la economía global. En el caso de las remesas, por ejemplo, éstas disminuyeron tras el aumento del desempleo en los países europeos vecinos. En lo que concierne el turismo y las exportaciones, ambos sufrieron reduccciones debido a la caída de la demanda en sus principales mercados.
Para colmo, la difícil situación económica coincidió con un periodo de profunda crisis política, la cual acabaría con el Régimen de Franco y allanaría el camino hacia la democracia. Dado el contexto político, las autoridades aplazaron cualquier intento serio de resolver la crisis por miedo a las consecuencias sociales y políticas de un proceso de ajuste dirigido hacia la corrección sostenible de los desequilibrios. Como consecuencia, no fue hasta finales del mandato del primer gobierno democrático, el de la Unión del Centro Democrático (UCD), que se empezó a tomar el control de la situación.
Bibliografía
McVeigh, P (1999) Globalisation and National Economic Strategy: The case of Spain